Kamishibai infantil para estimular la imaginación de tus hijos
¿Estás pensando en regalar un kamishibaia tus hijos? Es un buen regalo, conocido para contar cuentos de una forma muy atractiva. No obstante, si eres un padre comprometido con la educación de tus hijos, verás que le puedes sacar mucho más provecho que contar cuentos de láminas. Hay muchas formas para que los niños se entretengan con un kamishibai, pero si quieres participar, entonces las posibilidades se multiplican. Su imaginación volará, y también la tuya ¿te lo contamos?
¿Cómo pueden usar el kamishibai infantil los padres?
Además de usar el kamishibai con cuentos laminados, como teatro de sombras, de marionetas, hacer láminas en vivo, combinar con música, manualidades, o dejar que sean los niños los que creen historias, vamos a ir un poco más allá, explorando cómo el kamishibai infantil se convierte en una herramienta que crea historias familiares y fortalece lazos.
Crear cuentos familiares: se puede hacer en equipo, reuniendo ideas de cada uno y repartiendo las tareas (unos pueden dibujar las láminas, otros escribir los textos y alguien puede ser el narrador principal). De este modo, se refuerza la creatividad y se fomenta el trabajo en equipo mientras se crean recuerdos especiales, como:
Crear un cuento para el niño, en el que por ejemplo su juguete favorito es el protagonista, o aventuras donde ellos son los héroes. O recrear algún cuento conocido, inventando entre todos diferentes finales.
Elaborar una historia en torno a algo que queremos anticipar para ayudar al niño a elaborarlo más fácilmente cuando llegue el momento (la caída de los dientes, un cambio de cole, la llegada de un hermanito), o algo que ya le está siendo un poco problemático (una pelea en el cole, un problema de salud, la falta de algún familiar).
Narrar un viaje y recoger anécdotas, fotos, dibujos, recuerdos.
Ir elaborando la historia de la familia y de tanto en tanto, añadir láminas en las que contamos lo que ha ido ocurriendo.
Rotar el rol de narrador.
Contar historias antes de dormir: haz de la hora del cuento algo inolvidable con el kamishibai, creando un ambiente íntimo. Una sugerencia: el kamishibai se puede colgar en la pared (puedes pedírnoslo y lo equiparemos para que puedas colgarlo, sin coste adicional), de modo que siempre esté en el mismo lugar y no ocupe espacio. Al terminar, cierras las puertecillas y en la pared parecerá un cuadro o una bonita decoración.
Teatro de marionetas o de sombras improvisado: sorpréndeles un día animándoles a hacer juntos unas marionetas con calcetines o rescatando aquéllas que ya no usan. ¡O pueden usar sus muñecos, que de pronto cobran vida y representan historias! La familia puede turnarse para interpretar diferentes personajes. Igualmente se pasa un buen rato haciendo siluetas para jugar con sombras, poniendo un papel vegetal a modo de pantalla y la luz de su mesita de noche para que haga de foco. ¡Enséñales a sacarle partido a las cosas!
Taller de arte en familia: convierte el kamishibai en una excusa para pasar una tarde creativa. Prepara materiales como cartulinas, rotuladores y pegamento para que cada miembro de la familia dibuje o decore una lámina. Podéis trabajar juntos en un tema común o dejar que cada uno exprese su estilo personal. Estimula la creatividad y permite expresarse artísticamente… y que cada uno se muestre a través de este terreno gráfico, donde no solemos exponernos.
Celebraciones con un toque especial y único: puedes hacer que en el cumpleaños el homenajeado sea el héroe de una historia, o que los invitados sean personajes de algún cuento, o que en Navidad el kamishibai infantil ayude a contar el verdadero significado de estas fiestas…. ¡la imaginación no tiene límites!
Ilustración de Wikimedia Commons
Beneficios del kamishibai como herramienta didáctica en casa
El kamishibai se convierte en una herramienta de juego y aprendizaje, con la que:
Reforzar lazos familiares:
Se produce una conexión emocional, compartiendo actividades en las que interactuamos con los niños, en un terreno creativo, artístico e imaginativo. Además, muy positivo también para los los adultos, que se pueden hacer un poco niños.
Compartimos tiempo de calidad sin distracciones tecnológicas.
Se puede convertir en un ritual familiar que genera recuerdos especiales.
Mejora la comunicación de sentimientos y también la comunicación intergeneracional.
Gestionar de emociones: desarrolla la inteligencia emocional y la empatía. Permite representar situaciones que ayudan a los niños a identificar y manejar emociones como la tristeza, el enfado o la frustración (por ejemplo, un cuento sobre un niño que aprende a calmarse con la respiración). Pero es más importante si lo llevas a su propio terreno: escenifica un conflicto que haya tenido , representándolo en otro personaje (como una rabieta típica suya, un problema a la hora de compartir o la vergüenza que le paraliza ante alguien poco conocido).
Fomentar la creatividad: dedica una tarde a dibujar láminas con los niños, inventando historias juntos. Esto refuerza la conexión familiar y estimula su imaginación.
Desarrollar habilidades lingüísticas: mejora la comprensión lectora, potencia la expresión oral. También se puede narrar la historia en los diferentes idiomas que pueda ofrecer el narrador o personas presentes. Los cuentos en láminas suelen traer el cuento en diferentes idiomas.
Refuerza rutinas y hábitos: usando el kamishibai para ilustrar hábitos como cepillarse los dientes, recoger juguetes o preparar la mochila para el colegio.
Fomentar el trabajo en equipo: los niños aprenden a colaborar cuando trabajan con sus padres o hermanos para crear un cuento. Esta dinámica enseña habilidades como la negociación, la paciencia y el respeto por las ideas de los demás.
Enseñar valores y cultura: el kamishibai puede ser una forma de transmitir valores como la empatía, la cooperación o el respeto.
Ofrecer alternativas a las pantallas y al mundo digitalizado: ¡pura creatividad sin distracciones digitales!
Sin duda, un se convierte en un aliado para destacar y «enmarcar» aquello en lo que queremos trabajar con nuestros hijos, dándole un enfoque visual y emocional que facilita la comprensión y el aprendizaje. El kamishibai infantil transforma cualquier tema en una experiencia significativa, ayudando a los niños a conectar mejor con los contenidos mientras refuerzan habilidades.
Técnicas para la participación activa de los niños
Por si crees que todos esos beneficios están muy bien, pero no sabrías cómo hacerlos realidad ¡no te preocupes! Aquí tienes todas las técnicas que te sugerimos para que los niños se entusiasmen y participen en las actividades que les sugerirás con el Kamishibai infantil:
Narración interactiva: invita a los niños a predecir qué sucederá en la siguiente lámina. O a interpretar diferentes personajes durante la narración.
Creación colaborativa: anima a los niños a crear sus propias historias y dibujar las láminas para el kamishibai. Esto les permite expresar su creatividad y sentirse protagonistas.
Expresión corporal: motiva a los niños a acompañar las ilustraciones con movimientos y gestos, complementando la narración visual.
Improvisación: permite que improvisen la historia viendo las ilustraciones, antes de leerles el texto. O crear ellos mismos la historia que podemos ir dibujando. O permitiendo que sugieran giros en la historia.
Usar canciones y rimas: incorpora canciones o rimas relacionadas con la historia para aumentar la participación y el disfrute de los niños.
Repartir pequeños instrumentos musicales: para que acompañen momentos de la historia haciendo sonidos.
Preguntas y diálogo: realiza preguntas sobre el cuento durante y después de la narración para fomentar la comprensión y la expresión oral de los niños.
Rotación de roles: permite que los niños se turnen para ser narradores, manipular las láminas o crear efectos sonoros, involucrándoles en diferentes aspectos de la presentación. También un niño cada vez puede ser el encargado de hacer sonar los hyoshigi, de abrir y cerrar las puertecitas del kamishibai.
Actividades complementarias: diseña actividades relacionadas con la historia, como dibujar, decorar o representar escenas del cuento, para reforzar la participación activa.
Adaptaciones según la edad de tus hijos
Si quieres mantener el interés por el kamishibai durante toda la infancia de tu hijo, no te irían mal unas sugerencias para ir adaptando el uso mientras crece. Por supuesto son recomendaciones generales, pero te pueden dar una idea que se puede flexibilizar:
Para niños de 2 a 4 años
Utilizar historias muy simples con frases cortas y repetitivas.
Emplear imágenes grandes y coloridas con pocos detalles.
Fomentar la participación con gestos, sonidos y movimientos.
Usar canciones y rimas sencillas relacionadas con la historia.
Para niños de 5 a 7 años
Introducir historias con tramas más elaboradas pero aún sencillas.
Incluir más texto en las láminas, pero manteniendo el predominio visual.
Animar a los niños a predecir qué sucederá o a repetir frases clave.
Incorporar preguntas simples sobre la historia durante la narración.
Para niños de 8 a 10 años
Usar historias más complejas con «subtramas» y más personajes.
Equilibrar el uso de texto e imágenes en las láminas.
Fomentar la participación en la narración y creación de historias.
Introducir conceptos más abstractos y temas educativos.
Para niños de 11 a 13 años
Presentar narrativas más sofisticadas con temas más maduros.
Animar a los niños a crear y presentar sus propias historias de kamishibai.
Utilizar el kamishibai para explorar temas culturales e históricos.
Fomentar discusiones y análisis crítico de las historias presentadas.
Como podemos ver, el kamishibai se revela como una poderosa herramienta para involucrar a los padres en la educación y desarrollo de los hijos. Y esto no queda aquí, puesto que es también una herramienta muy útil para profesores y para terapeutas. ¡Es que el Kamishibai va más allá de contar cuentos!
Preguntas Frecuentes
¿Cómo se puede usar el kamishibai en casa?
Se puede usar contando cuentos en familia, creando historias y dibujando láminas juntos, representando con títeres o muñecos o convirtiéndolo en un teatro de sombras.
¿El kamishibai puede ayudar en el aprendizaje de idiomas?
Sí, el kamishibai es una excelente herramienta para el aprendizaje de idiomas, ya que permite contar la misma historia en diferentes lenguas de forma visual y atractiva. Los cuentos pueden venir escritos en diferentes idiomas.
¿Qué habilidades desarrolla el kamishibai en los niños?
El kamishibai desarrolla habilidades de comunicación, escucha activa, hablar en público, creatividad, expresión artística y trabajo en equipo.
¿Qué tipo de historias se podemos crear en casa para jugar con un kamishibai?
Podéis inventar finales nuevos para cuentos clásicos, crear historias en las que cada uno desempeña un rol, recrear aventuras vividas o anécdotas familiares. También se pueden representar lecciones educativas o tareas a integrar (ayudar en casa, lavarse los dientes...).
¿Es necesario que un adulto use el kamishibai?
Si los niños son pequeños, sí, pero a partir de 4 ó 5 años, ellos pueden hacer sus propias representaciones y contarse historias y cuentos. O bien el adulto puede empezar como narrador, y luego los niños seguir, creando sus propias aventuras.