¿Qué es un Kamishibai?
El kamishibai es un teatro portátil y plegable. Cuando está cerrado es como un maletín y al abrir sus tres puertecillas ¡aparece un escenario! Su exótico nombre se debe a que procede de Japón y literalmente significa «teatro de papel» o «drama de papel», aunque actualmente los kamishibais son de cartón o de madera.
El kamishibai aúna la tradición de contar cuentos, con el incentivo de la magia que aporta la escenificación mediante un teatro inesperado. Las ilustraciones tienen mucha más relevancia aquí que en los cuentos de libros, ya que se trata de una comunicación más visual. Además, genera un ambiente especial y festivo.
Y cuando un niño no conoce el kamishibai queda muy sorprendido: un maletín que se convierte en un bonito teatro, el aviso con los hyoshigi…. y las grandes y coloridas imágenes del cuento.
Legado cultural de Japón
El kamishibai es un tesoro cultural menos conocido que el origami o la ceremonia del té, pero igualmente cautivador. Este arte narrativo tiene sus raíces en los templos budistas del siglo XII, donde los monjes utilizaban pergaminos ilustrados llamados emaki para transmitir enseñanzas morales a audiencias mayormente analfabetas.
A lo largo de los siglos, el kamishibai evolucionó hasta convertirse en una popular forma de entretenimiento callejero en Japón. Su resurgimiento más notable ocurrió en la década de 1920, durante la Gran Depresión, cuando se transformó en un medio de subsistencia para muchos desempleados. Los gaito kamishibaiya, o narradores ambulantes, recorrían las calles en bicicletas equipadas con un pequeño teatro de madera llamado butai. Anunciaban su llegada golpeando unos palitos de madera llamados hyoshigi, atrayendo a niños y adultos. Estos artistas callejeros combinaban la venta de dulces con la narración de historias, utilizando láminas ilustradas que deslizaban por el butai mientras relataban cuentos llenos de aventuras y enseñanzas.
Aunque la popularidad del kamishibai disminuyó con la llegada de la televisión en los años 50, ha experimentado un renacimiento en las últimas décadas. Hoy en día, se utiliza como una valiosa herramienta educativa en escuelas y bibliotecas de Japón y de todo el mundo, cautivando a nuevas generaciones con su magia narrativa.
¿Qué se necesita para contar un cuento con un kamishibai?
Para contar un cuento con este teatrillo japonés se necesita:
- El teatro o butai
- Las láminas del cuento (o marionetas, siluetas de sombras… según la técnica que vayamos a usar, como te explicamos en ¡Mucho más que contar cuentos!)
- Un narrador
- La audiencia
- Opcional: los hyoshigi o palitos de madera, para aumentar la emoción y potenciar la escenificación.
Cómo se cuenta un cuento de láminas en un kamishibai
La forma más conocida de usar el kamishibai es con cuentos en formas de láminas ilustradas. Esta es la forma de usarlas:
- Preparamos el kamishibai: colocamos el cuento dentro de su alojamiento y dejamos cerradas las puertecitas.
- Colocamos el kamishibai de pie y cerrado delante de los niños y el cuentacuentos o narrador está detrás del kamishibai, viendo su cara posterior.
- Si tenemos los palitos de madera, los hacemos sonar… ¡aviso de que el esperado momento ha llegado!
- Abrimos las 3 puertecitas del teatro. Los niños verán la lámina de portada del cuento.
- Una vez hemos presentado el cuento, sacamos esta primera lámina de portada, la cual colocamos en la parte posterior que vemos nosotros. Aquí está el truco: en esa parte de atrás de la portada está escrito el texto de la segunda lámina, la que ahora los niños están viendo.
- Ir pasando las láminas: los cuentos están diseñados de manera que en la parte posterior nosotros podemos leer el texto de la lámina que los niños están viendo. Todo el rato es igual: cuando ya hemos narrado la lámina que los niños ven, la sacamos y ellos ven la siguiente lámina del cuento. La lámina que hemos sacado la colocamos detrás y ahora nosotros podemos leer el texto de la lámina que ven los niños ¡Es más difícil explicarlo que hacerlo! Aquí os dejamos un video que lo aclara todo:
Técnica para narrar con kamishibai
Quizás te preguntarás… y ¿hay alguna técnica especial para narrar con kamishibai? Pues no te preocupes, se trata sencillamente de contar un cuento. Si quieres algún consejillo para hacer la experiencia más animada, te podemos recomendar usar voces expresivas, haciendo variaciones en el tono y ritmo, para dar más «sensación». También puedes hacer pausas «dramáticas», que a lo mejor puedes acompañar con algún sonido (¡puedes usar los hyoshigui!). También es aconsejable que mantengas el contacto visual con tu público.
Y si tu público son los niños, disfrutarán más si les involucras, haciendo más divertida la experiencia con preguntas (como… «y ahora, ¿qué creéis que va a pasar?«), incluyendo frases, cancioncillas o sonidos que puedan repetir contigo. O pedirles que imiten a un personaje… ¡el cuento te irá diciendo!
¡Mucho mas que pasar láminas!
Contar cuentos con el formato de láminas es el uso más conocido del kamishibai, pero es una infrautilización si nos perdemos estas otras formas de usar el teatrillo:
- Teatro de sombras: con una pantalla adecuada (que te podemos proporcionar o puedes hacer de forma casera con «papel vegetal») puedes proyectar siluetas recortadas, poniendo un foco de luz detrás del kamishibai, Crearás historias visuales mágicas.
- Teatro de marionetas: rescata esos títeres que no usas o incluso puedes hacer tú mismo marionetas de dedo o de mano (con calcetines, por ejemplo).
- Historias con música: acompañas las historias con música en directo o grabada, con efectos de sonido o incluso proyecciones de luces, sombras, texturas.
- Creación en vivo: dibujando láminas mientras se narra la historia.
- Los niños son protagonistas:
- Que los niños dibujen las láminas, o tipo collage.
- Que los niños sean los que cuenten el cuento o inventen historias, representes situaciones (con las que identificar y gestionar emociones), dramaticen cuentos conocidos o inventen finales alternativos.
- Personalizar historias: en ocasiones especiales como una fiesta de cumpleaños o fiestas temáticas.
- Talleres interactivos: creando dinámicas originales, como poesía interactiva u origami interactivo.
Os contamos cómo hacer estos talleres interactivos y mucho más sobre cómo sacar provecho a un kamishibai en nuestra próxima entrada El kamishibai ¡mucho más que contar cuentos!
El kamishibai es la herramienta ideal para el cuentacuentos
Si eres cuentacuentos el kamishibai es el marco y escenario perfectos para tu labor. Habitualmente conocemos los kamishibais de tamaño A3 y A4, que son las medidas estándar. Pero podemos hacer un kamishibai más grande especialmente para ti, que permita que toda tu audiencia vea la escena, aunque estén un poquito lejos.
Además, aunque se suele usar el kamishibai para pasar cuentos en formato de láminas, también se puede usar a modo de escenario, de pequeño teatro improvisado. Por su ventana mágica puedes aparecer tú, tus personajes, marionetas o escenas recreadas por ti. Las posibilidades son tantas como tu creatividad te sugiera.
Y como extra especial, tu kamishibai puede llevar pirograbado en sus puertecillas tu nombre artístico o tu logo, de modo que sea una pieza totalmente exclusiva y que te represente. Además de enriquecer tus funciones, aumentará el interés y la experiencia visual. ¡Subiendo de nivel!
Como muestra, este kamishibai de tamaño especial que hicimos para la cuentacuentos Clau de Conte, con su nombre pirograbado. Ella utiliza el kamishibai sobre escenarios y necesita que se pueda ver bien de lejos. Es una pieza sólida, estable y que puede usar tranquilamente al aire libre.
Con el kamishibai, ahora sí que mantendrás fascinados a niños y adultos. ¡Una herramienta esencial para cualquier cuentacuentos!
Un arte con infinitas posibilidades
El kamishibai es mucho más que un teatro de madera: es una puerta a la imaginación, una herramienta para aprender y una forma de conectar con los demás a través de historias.
Si deseas obtener información detallada sobre las aplicaciones y usos del kamishibai para padres, profesores y terapeutas, hemos preparado un artículo específico para cada uno. ¡No te lo pierdas!
